LA EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA SUSTENTABILIDAD: CONSIDERACIONES
CONCEPTUALES Y PRÁCTICAS PARA SU FUTURO
Antecedentes
En México, la elaboración de
propuestas orientadas a organizar la actividad
del campo de la educación ambiental se realizó en la primera mitad de la
década de los años 90, pero ninguno de los dos documentos resultantes se llamó propiamente
estrategia, a efecto de no concitar rechazos de parte de quienes no se
sintieran apropiadamente incluidos.
El primero de ellos se elaboró como
resultado del acercamiento por parte de la Asociación Norteamericana de
Educación Ambiental (NAAEE, por sus siglas en inglés) hacia México.
Educación ambiental
para la sustentabilidad: consideraciones conceptuales y prácticas para su
futuro.
En este apartado se incluyen algunos
conceptos que enmarcan a la presente
Estrategia de
educación ambiental para la sustentabilidad en México. Cabe señalar que
aquí no se pretende reflejar ni la profundidad del debate ni agotar el análisis
de los conceptos.
El desarrollo y la
crisis ambiental
Los patrones actuales
de producción y consumo son insostenibles y han tenido como consecuencia la
profundización y ampliación de la pobreza y la destrucción de los ecosistemas.
Tales patrones están ligados al concepto convencional y predominante de desarrollo.
Y, como ha señalado Wolfgang Sachs (1993), el desarrollo es, sobre todo,
una manera de pensar; Viola (2000) añade que es un poderoso filtro intelectual
de nuestra percepción del mundo contemporáneo.
En el informe Más
allá de los límites del crecimiento (Meadows, 1993), los investigadores
reconocen que las tres conclusiones delineadas en su estudio anterior
(realizado 20 años atrás y titulado Los límites del crecimiento [Meadows,
1975]) seguían siendo válidas, aunque había que reforzar los siguientes
aspectos:
En este contexto, el
empleo del término desarrollo empieza a concitar serias divergencias
políticas, ideológicas y conceptuales. Frente a ello la opción de sociedades
sustentables o de la sustentabilidad parece ofrecer mejores
condiciones
C O N S I D E R A C I
O N E S C O N C E P T U A L E S
*Primero, que el
crecimiento de la actividad humana extractiva y contaminante ha rebasado la
capacidad de carga de muchos ecosistemas. Al respecto, se advierte que sin
reducciones significativas en los flujos de materiales y energía, habrá en las
décadas venideras una incontrolada disminución per cápita de la
producción de alimentos, el uso energético y la producción industrial.
*Segundo, que esa
disminución no es inevitable, siempre y cuando se den: a) una revisión
global de las políticas y prácticas que perpetúan el crecimiento del consumo
material y de la población; b) un incremento rápido y drástico de la eficiencia
con la que se utilizan los materiales y las energías.
*Tercero, que una
sociedad sostenible es aún técnica y económicamente posible. La transición
hacia ella requiere un cuidadoso equilibrio entre objetivos a corto y largo
plazos, y un énfasis mayor en la suficiencia, equidad y calidad de vida, que en
la cantidad de la producción. Este cambio exige más que productividad y
tecnología; requiere también madurez, compasión y sabiduría.
La sustentabilidad
como marco para la educación ambiental
La sustentabilidad,
más allá de si se le usa como adjetivo del desarrollo o de las sociedades (lo
que por sí mismo genera debate), puede entenderse de muy divergentes maneras.
La compleja polisemia que el término posee ha generado una evidente confusión,
la cual se incrementa con el empleo, muchas veces indiscriminado, de otros dos
adjetivos: sostenible y sostenido.
Actuales tendencias
de cambio en la educación ambiental para la sustentabilidad
Hay consenso entre
los actores sociales involucrados en el campo de la educación ambiental para la
sustentabilidad de que ésta no posee aún un cuerpo teórico consolidado. Esta
debilidad puede explicarse por varios factores: a) la corta trayectoria
de esta tendencia educativa, que apenas tiene alrededor de 30 años; b) la
muy reciente identidad y despunte de la investigación en educación ambiental; c)
la predominancia de esfuerzos prácticos, no sólo extracurriculares, sino en
muchos casos anti-intelectuales; d) la preponderante presencia en el
surgimiento y desarrollo del campo de profesionales de las ciencias naturales
que, a pesar de sus muchos aportes brindados, no tenían como prioridad el
fortalecimiento teórico-filósofico y pedagógico de la educación ambiental; y e)
la confluencia de varias disciplinas para la construcción del campo, que
genera una tendencia hacia paradigmas complejos, cuyo establecimiento tampoco
tiene la suficiente madurez, dada su escasa tradición teórica y epistemológica.
El término: educación
ambiental para la sustentabilidad
El término
seleccionado para emplearse en la presente Estrategia2 es el de educación ambiental
para la sustentabilidad, aunque con la clara consigna de que no pretende
convertirse en un intento de imposición para que sea el adoptado en México;
el debate debe seguir en pie y sería un error tratar de cerrarlo ahora cuando
distintas posiciones están dibujándose de manera más definida.
Legislación en educación
ambiental
Consideraciones
generales acerca del marco legislativo de la educación ambiental en México
El derecho a un medio
ambiente adecuado alcanza su máxima expresión cuando los mecanismos para su
aplicación operan, con lo cual se hace realidad el postulado de la norma y con
ello se obtienen los beneficios de sus fines. Sin embargo, garantizar el
derecho a un ambiente sano, que impulse las posibilidades de desarrollo social
y realización individual, no es tarea fácil, ya que no basta con la estructura
normativa e institucional, elementos que emanan directamente de aspectos
jurídicos.
Antecedentes y
avances del marco legal de la educación ambiental en México
En el país existe una
tendencia histórica a ubicar a la educación ambiental, principalmente, dentro
del sector ambiental; es decir, la mayor parte de las referencias legales sobre
EA se encuentran en la LEGEEPA, y en menor proporción en la Ley General de Educación.
Educación básica
Antecedentes y
avances
La Secretaría de
Educación Pública (SEP) se propuso desde la década de los años
70 como una de sus
metas prioritarias el fortalecimiento de diversas acciones trascendentales para
promover la apreciación, el conocimiento y la conservación del ambiente,2 tanto
en la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), como en los programas
de formación inicial y permanente de los docentes, iniciados con la reforma
educativa de 1993.
Formación docente
Los nuevos planes y
programas de estudio de las escuelas normales para las licenciaturas en
educación primaria (1997), preescolar y secundaria (1999) incluyen contenidos
relacionados con el ambiente, así como con el estudio y la aplicación del
enfoque de enseñanza en los tres niveles educativos: preescolar, primaria y secundaria.
Por lo mismo, el trabajo docente de estos futuros profesores será trascendental
para la aplicación y consolidación de la propuesta en las escuelas.
En la licenciatura en
educación primaria, en la asignatura de ciencias naturales y su enseñanza I y
II, se revisan temas de educación ambiental acordes con el tratamiento del
mismo en los libros de texto gratuito. En la licenciatura en educación preescolar
se incorporaron estos contenidos en la asignatura relacionada con el medio
natural.
Materiales de apoyo
Por otro lado, la SEP
ha seleccionado, coeditado, diseñado y producido materiales
audiovisuales e
impresos relacionados con la educación ambiental que pueden ser consultados en
cualquier centro de maestros. Otros materiales educativos que, además de apoyar
el trabajo de los profesores y fortalecer el estudio de estos contenidos, contribuyen
a que el aprendizaje se torne más atractivo e interesante, lo constituyen los
títulos de la colección Libros del Rincón. Esta colección se ha ampliado de
manera significativa con las bibliotecas de aula, cuya primera distribución se
realizó en 2003.13 Cada una de las 750 mil aulas de los tres niveles de
educación básica recibió un paquete de libros de entre 25 y 30 ejemplares. En
estos momentos se está iniciando la selección del tercer acervo de dichas
bibliotecas.
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